Un hotel flotante en Suecia

por | 20 Feb, 2014 | Turismo | 0 Comentarios

Por muy poco dinero podemos pasar la noche sobre las aguas heladas del río Gotia a su paso por Gotemburgo.

Aunque hay muy buenos hoteles en el centro de la ciudad sueca de Gotemburgo (Goteborg) , los viajeros que quieran disfrutar de la ciudad de un modo diferente tienen la oportunidad de alojarse en un antiguo buque convertido en hotel flotante.

Vista nocturna de la estación de tren de Gotemburgo (Goteborg).

Vista nocturna de la estación de tren de Gotemburgo (Goteborg).

Si hay algo que los españoles sabemos sobre Suecia es que allí hace mucho frío. Y por ese mismo motivo elegimos el mes de febrero para visitar Gotemburgo. Por supuesto viajar a un país escandinavo en invierno tiene sus inconvenientes: hace mucho, mucho, mucho frío y los días son mucho más cortos debido a su proximidad con el polo. Sin embargo para alguien como yo que vive en una ciudad como Alicante, con 18 grados de media durante todo el año, disfrutar de una estupenda nevada a 15 grados bajo cero es una experiencia nueva y algo muy tentador.

Un hotel sobre el agua

Aunque allí tenemos una estupenda familia que nos acogió y nos hicieron de guías durante todo el fin de semana, preparando el viaje no pude evitar quedarme enamorado del hotel Ibis Style Goteborg City. Como casi todos los hoteles de la cadena francesa basan su estrategia en ofrecer alojamientos cómodos, sencillos y baratos. Sin embargo en el caso de Gotemburgo, cuenta además con el valor añadido estar situado en un enclave muy original. Dentro del agua.

Nieve a las puertas del hotel flotante Ibis Goteborg en Suecia.

Nieve a las puertas del hotel flotante Ibis Goteborg en Suecia.

El hotel, un antiguo barco restaurado y acondicionado con todas las comodidades se encuentra amarrado en el muelle del principal canal sobre el río Gotia. Quizá no se trate del hotel más céntrico de la ciudad pero su situación a cinco minutos a pie de la estación de trenes y autobuses lo hace un cuartel general estupendo para aquellos a los que les gusta patear las ciudades. Eso sí, no es lo mismo caminar diez minutos por Alicante que bajo la nieve.

Aprovechando el espacio

En este hotel flotante de Gotemburgo las habitaciones son pequeñas pero extremadamente cómodas.

En este hotel flotante de Gotemburgo las habitaciones son pequeñas pero extremadamente cómodas.

Lo primero que llama la atención al entrar al hotel es que nadie diría, viendo la recepción que estás dentro de un barco. Quizá únicamente por la leve sensación de bamboleo que desaparece enseguida. Las habitaciones son muy pequeñas, pero modernas y con el espacio aprovechado al máximo para que no falte absolutamente de nada: aire acondicionado, televisión, wifi, baño con ducha, armarios, cafetera…todo eso en menos de 10 metros cuadrados así que conviene ser un poquito ordenados o podríamos llegar a agobiarnos un poquito.

Lo mejor , sin duda es el levantarte por la mañana y desayunar (el desayuno está incluido) mirando al canal como si fuéramos protagonistas de ‘Vacaciones en el mar’. También puedes relajarte con un ‘Fika’ que es como llaman los suecos a su costumbre de parar lo que estén haciendo en cualquier momento del día para tomarse algo dulce y calentito.

Uno de los canales del centro de Gotemburgo (Goteborg) helado.

Uno de los canales del centro de Gotemburgo (Goteborg) helado.

Qué ver en Goteborg

Gotemburgo es una ciudad pequeña pero con bastantes cosas que ver. Pasear por sus calles ya es un placer en sí mismo. Está atravesada por canales, al estilo de otras ciudades como Amsterdam o San petersburgo (helados casi siempre en invierno), y sus pintorescas casitas recuerdan a las del cuento de Hansel y Grettel.

Puente colgante sobre el río Gotia.

Puente colgante sobre el río Gotia.

El moderno teatro de la opera a orillas del Canal, su puente colgante y el parque de atracciones de Liseberg son otro de los orgullos de los gotemburgueses, aunque este último en invierno (por razones obvias) suele cerrar, y solo podemos verlo por fuera.

Monumento por la paz en el centro de Gotemburgo.

Monumento por la paz en el centro de Gotemburgo.

Como allí tienen agua y verde por castigo no hay que dejar de visitar el parque Slottsskogen, y su mini-zoo donde podemos ver campando a sus anchas animales de granja, a los míticos Alces e incluso un estanque con focas. También es recomendable, si nos gusta el mar, salir un poco de la ciudad hasta la desembocadura del río y disfrutar de la visión de la costa salpicada de Islotes y pequeños fiordos.

Desembocadura del río gotia a las afueras de Gotemburgo.

Desembocadura del río gotia a las afueras de Gotemburgo.

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